En 2013, la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó Granada para supervisar las obras del AVE y realizar dos anuncios: el primero, que el AVE llegaría en 2015 (lo hizo en 2019), en superficie y a una estación provisional en Andaluces. Y, el segundo, que el soterramiento ferroviario se afrontaría en una segunda fase para la que nunca hubo plazos. Once años después otro ministro del área, Óscar Puente, ha reabierto el debate sobre la integración, planteando dos alternativas: soterramiento, cueste lo que cueste (en este caso, 760 millones de euros, 15 años de trámites y el corte del servicio de AVE durante las obras); o integración.

Puente confirmaba así que la opción del Ministerio de Transportes, como ya dejaba intuir la serie de diapositivas sacadas de un cajón del Ayuntamiento de Granada en noviembre de 2023, pasa por integrar las vías en un gran parque desde Andaluces hasta Bobadilla, transformando el entorno urbano y remodelando la estación. Esta solución exigirá una inversión de 230 millones y alrededor de ocho años de plazo.

Por fin se ha reabierto el debate sobre el soterramiento o la integración del ferrocarril. No solo eso, el debate ha dejado paso al diálogo y, por fin, a un acuerdo histórico. El pasado 25 de septiembre, la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, viajó a Madrid para mantener su primera reunión oficial con el ministro, un encuentro que la regidora llevaba pidiendo desde el nombramiento de Puente, en noviembre de 2023.

El resultado de la reunión fue un pacto que ha roto con décadas de enfrentamientos y bloqueos entre el Gobierno central y el Ayuntamiento de Granada, por los que han ido pasando mandatarios de distintos signos políticos. El ministro, del PSOE, y la alcaldesa, del PP, pactaron la integración del ferrocarril y el impulso de una variante para el tráfico de mercancías por Moreda. E inmediatamente se pusieron manos a la obra, comprometiéndose a crear una mesa técnica para perfilar el proyecto y acabarlo en torno al año 2031, en la que también estará presente la Junta de Andalucía.

Quedan detalles, y no precisamente menores, que trabajar. El más importante, el convenio a tres bandas (Ministerio, Junta y Ayuntamiento) con el que se decidirá la inversión que deberá asumir cada administración. También, por supuesto, los plazos de ejecución del proyecto. Además, la mesa técnica tendrá que valorar las muchas peticiones recogidas por el Ayuntamiento de Granada tras las múltiples reuniones mantenidas con colegios profesionales, instituciones y vecinos de la capital, entre ellas la creación de un apeadero en la Azucarera.

Los empresarios granadinos celebramos que por fin “haya voluntad política real” para resolver la integración ferroviaria en Granada. “Tenemos un acuerdo general y, sobre todo, el compromiso de las administraciones de seguir trabajando por la integración que se merece Granada”, aseguró nuestro presidente, Gerardo Cuerva. El presidente de CGE y Cámara recordó que la integración tiene que dar respuesta a los problemas de permeabilidad de los barrios, pero también debe garantizar la mejora de la conectividad de Granada. “Necesitamos un mejor servicio ferroviario, con más frecuencias y mayor velocidad”.

Cuerva también lanzó una petición a las administraciones: “que sigan trabajando para llegar cuando antes a un acuerdo sobre la financiación y los plazos de ejecución de la infraestructura, haciendo lo que debería ser habitual: negociar y alcanzar compromisos”.