En la víspera de las elecciones generales de 2023, Cámara Granada, Cámara Motril y la Confederación Granadina de Empresarios elaboramos un documento, que presentamos a todos los alcaldes de la provincia y a todas las formaciones políticas en las que desarrollábamos todo un plan local de apoyo a la empresa granadina. Dicho plan hablaba de impuestos y tasas municipales y reflejaba la necesidad de que la política fiscal de los ayuntamientos incentivara la creación de empresas y no golpeara su viabilidad.

La reciente aprobación por parte del ayuntamiento de Granada de sus ordenanzas fiscales para 2024, y en concreto la subida del IBI para establecimientos empresariales, va en la dirección contraria. Así lo declaramos públicamente el pasado mes de octubre y así se lo hicimos saber en distintas reuniones al gobierno local, a la concejal de Economía, Hacienda y Contratación, Rosario Pallarés y a la alcaldesa, Marifrán Carazo.

Siendo cierto que el incremento aprobado por el pleno municipal era reducido para los más pequeños establecimientos comerciales, lo es también que llevaba el tipo diferenciado —que grava con el 1%— hasta un mayor número de empresas y, por tanto, afectaba a un elevado número de locales empresariales. Es decir, lo contrario de lo que venimos reclamando desde las instituciones empresariales de la provincia.

Nuestra tesis no era, en todo caso nueva; la habíamos expuesto antes, en el otoño de 2019 y con Francisco Cuenca al frente de la alcaldía de Granada cuando se aprobó el tipo diferenciado: el incremento del IBI va en contra del desarrollo empresarial y del respaldo del municipio a sus empresas.

Situación económica del Ayuntamiento
Y todo ello sin entrar a valorar la situación económica en la que se encuentra el Ayuntamiento de Granada; o valorándola —y siendo comprensivos con ella— pero, desligándola del mundo empresarial.

«Lo que no puede ocurrir», argumentó el presidente de la CGE y Cámara Granada, Gerardo Cuerva, «es que la insuficiente financiación municipal o la mala gestión económica de los sucesivos ayuntamientos recaiga siempre sobre las empresas; no puede ser que esa sea la solución fácil». Especialmente, añadía Cuerva, «porque la situación de las empresas es extremadamente compleja desde la pandemia con reiterados incrementos de costes y las ventas congeladas en términos reales si se descuenta la inflación».

Y es que, al incremento hasta un 5% de los costes empresariales, las subidas de las cotizaciones sociales, de los insumos y materias primas (21%), miles de empresarios locales tendrán que asumir ahora el alza de impuestos locales.

“Si queremos que Granada sea competitiva, si queremos ser atractivos para nuevas compañías, no podemos seguir poniendo la diana fiscal en las empresas”, indicaba el presidente de los empresarios, al tiempo que pedía al gobierno municipal que tomara medidas para amortiguar de forma efectiva este incremento del IBI.

Por eso, tras establecer la posición nítida de los empresarios respecto a la actualización de las ordenanzas y lamentar la subida del IBI, nos pusimos a disposición del Ayuntamiento para avanzar en dos direcciones: por un lado, establecer medidas que pudieran mitigar los incrementos y, a largo plazo, colaborar con el Ayuntamiento para revertir lo antes posible la subida, en la línea anunciada reiteradamente por la alcaldesa.

Porque si a enero de 2024, el balance de granadafrenada tiene que ser negativo tanto respecto a los compromisos de bajada de impuestos del actual gobierno de Granada, como a nuestras peticiones de generar un escenario propicio para las empresas, el objetivo de Cámara Granada y la Confederación Granadina de Empresarios es trabajar para que las bajadas impositivas se produzcan lo antes posible.